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En 2012, APIMONTE comenzó su camino en la ganadería en el sector de Idma Tunquimayo, donde estableció parcelas de pasto en dos hectáreas con el objetivo de alimentar al ganado. Sin embargo, debido a la falta de mano de obra, no pudo mantener el pastizal, lo que llevó a que el terreno se reforestara de forma natural. Fue en ese momento cuando observó la abundante vegetación y, con una nueva perspectiva, solicitó a su padre que le regalara abejas para aprovechar el espacio de una manera diferente. Como no tenía las cajas adecuadas, su padre le obsequió un núcleo (una caja pequeña) de abejas, que llevó al terreno. La población de abejas creció rápidamente, y de ese primer núcleo logró multiplicar seis colmenas en tan solo un año. Impulsado por este éxito, comenzó a adquirir más colmenas y a expandir su apiario. Decidido a mejorar, asistió a capacitaciones en Cusco y otras regiones, especializándose en el manejo de abejas y en la producción apícola. Para 2023, su apiario contaba con 25 colmenas, y este año alcanzó las 50, un logro que refleja su dedicación y pasión por la apicultura. Además de la miel, se especializó en la crianza de reinas para mejorar la calidad de sus colmenas. También elabora productos derivados como jabones, tinturas, polimiel y otros, que vende en ferias y eventos apícolas.
“Mi misión es dar a conocer los productos apícolas que provienen de un área de conservación natural, resaltando su calidad, pureza y conexión con un ecosistema equilibrado. Busco promover una apicultura sostenible, trabajando con respeto hacia el medio ambiente y contribuyendo a mantenerlo intacto para las futuras generaciones. Asimismo, a través de prácticas responsables, mostrar cómo la apicultura no solo produce miel y sus derivados, sino también cómo juega un papel clave en la preservación de la biodiversidad. Deseo que cada producto sea un reflejo de mi compromiso con la naturaleza y de mi esfuerzo por conservar este valioso entorno”
“Mi visión es transformar la apicultura en una experiencia vivencial única, expandir mi apiario e implementar un modelo de turismo apícola, invitando a las personas a descubrir el mundo de las abejas mediante actividades como la recolección de miel, observación directa de colmenas y aprendizaje sobre su biología y papel en los ecosistemas. Este proyecto busca unir la apicultura con la cultura local, promoviendo el respeto por la naturaleza, destacando tradiciones y sensibilizando sobre la importancia de las abejas en la biodiversidad y la agricultura, mientras diversifico la producción e inspiro a otros a valorar la apicultura”